dimarts, 29 de juliol del 2008

¿Muerte de la moral? Qué ética aplicar a nuestros días. G. Lipovetsky

Muerte de la moral o resurrección de los valores: ¿qué ética aplicar en nuestros días?

Hay dos opiniones: que hay una caída de la moral o que cada vez hay más interrogantes éticos y la ética abarca más campos (economía, negocios…). Una cosa común es que ya no se hace un llamamiento a los individuos para que hagan donaciones; hay una nueva inscripción social de los valores (cada uno decide los suyos libremente).

Las 3 fases de la moral occidental: 1. Teológica: basada en mandamientos divinos 2. Fase laica moralista: llega hasta mediados del s.XX; se basa en principios racionales, universales, eternos (como la tolerancia, la libertad religiosa…)[1] 3. Fase Posmoralista: no está dominada por imperativos del deber difícil y sacrificial (exalta deseos del ego, felicidad, bienestar individual…).[2]

Esta tercera no culpabiliza sino que anima por entusiasmos repentinos, operaciones mediáticas… Es una moral sin obligación ni sanción (Jean Marie Guyau) y por tanto sin el imperativo de vivir para el otro; es indolora.

Esto provoca que a quienes admiramos moralmente (Teresa de Calcuta, Gandhi…) ya no son ejemplos reales de actuación o comportamiento.

Esta falta de moralismo provoca que cada uno deba inventar su moral decidiendo sobre muchos más temas (aborto, eutanasia, matrimonios homosexuales, pena de muerte…).

Los factores que pueden provocar esta tercera fase son: el medio ambiente que amenaza la vida y el agotamiento de los grandes proyectos políticos.

Relativismo y liberalismo moral: A lo anterior aporta 3 observaciones. 1.Esto permite una imagen más compleja del individualismo (no es verdad que exista un declive de todos los valores) 2. La idea del mal no se ha evaporado (hay y debe haber un tronco de valores mínimos como la tolerancia, respeto mutuo, cortesía, espíritu de cooperación 3. No es verdad que haya desenfreno y anarquía sexual.

Los dos individualismos: 1. Individualismo irresponsable: cada uno a la suya, relativiza todo 2. Individualismo responsable.

Un objetivo interesante, cada uno desde su posición, es conseguir que triunfe el individualismo responsable. Para esto la ética no es suficiente. Debe haber la aplicación de una inteligencia técnica, política y económica. Se debe promocionar la ética de la responsabilidad: análisis de las consecuencias objetivas de las opciones que tomamos y que apuntan a condiciones sociales concretas y no absolutas (no caer en vaguedades y generalidades que no ayudan al compromiso concreto y real).

En este sentido habría que conseguir no ya el bien, sino lo mejor, único objetivo que los individuos que viven en sociedad pueden razonablemente fijarse.

Algunos ejemplos serína: la regulación del mercado y la globalización. Redefinición de la acción pública (que se debe encarnar en leyes concretas).



[1] La 1 i la 2 son morales sacrificiales colectivas. La 3 no.

[2] Hay una paradoja: incrementan los deseos de autonomía individual y el impulso de acciones morales generosas.