dimarts, 29 de juliol del 2008

UN SIGLO DE GENOCIDIOS. La cacería del otro. De R.Kapuscinski

En R Kapuscinski, reportero del siglo. Ed. Aun creemos en los sueños. 2007

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Z. Bauman ya analizó y demostró (en su libro modernidad y holocausto) que la civilización contemporánea tiene en su carácter rasgos capaces de, en condiciones concretas, engendrar un acto de genocidio. Para que se dé tiene que estar debilitado el componente espiritual.

En el s.XX ha habido, por destacar algunos, 9 actos de genocidio que han provocado más muertes que las guerras mundiales.

Tienen algunos denominadores comunes:

· Son llevados a cabo por gobiernos oficiales.

· Se ven beneficiados por la pasividad de la opinión pública a pesar de poder estar sobreinformados.

· Hay una vinculación entre genocidio y guerra.

· Se inician con la deconstrucción del otro (el enemigo), catalogándolo como “enemigo del pueblo”.

· El desarrollo tecnológico permite matar a distancia (excepto cuando se busca la cohesión de las tropas – se han utilizado machetes).

· Suelen estar precedidos de períodos de hambrunas, sufrimientos, crisis económica, política y moral.

El mal, en nuestras sociedades, se ha banalizado. Eso permite la creación de organizaciones frías y astutas con fines perversos.

La única barrera a los genocidios parece que es la democracia ya que no se ha dado ninguno bajo su reino; a pesar de esto no existe barrera legal, institucional o técnica susceptible de impedir futuros actos de genocidio.

Son una catástrofe colectiva, no sólo de los muertos. Representa la gran derrota del humanismo, de toda la sociedad que no le hace frente.

La sociedad de la decepción. G. Lipovetsky



Entrevista con Bertrand Richard. Anagrama.2008 Juliol 08

Espiral de la decepción:

Causas:

El entusiasmo liberacionista se ha acabado. Una vez conseguida la emancipación individual ya no hace soñar.

El anuncio de placeres a cada esquina lleva a más decepción (ansiedad, frustración, desengaño). Toqueville exponía que más bienes materiales hacía incrementar el descontento. Va desapareciendo la pobreza abstracta pero incrementa la pobreza interna de quien no participa en la fiesta (sub-existir)[1].

Debilidad de la sociabilidad religiosa. Si últimamente ha incrementado es más por el déficit de sentimiento colectivo y integración comunitaria.

Desmitificación del futuro (ya no está tan extendido el mejor todavía).

Pérdida de autoridad de las normas sociales.

En el trabajo somo tirados después de usados o inservibles (jubilación). Además no sólo pedimos ganarnos la vida sino que nos guste, buen ambiente, rico en contactos…

La escuela también es un centro de decepción: los títulos y el nivel de empleo no están relacionados.

El mercado siempre muestra lo mejor y se renueva constantemente: implica que lo que tengamos es peor[2]. Teoría: Lipo plantea que los productos sentido (películas, libros…) dan más decepción que los bienes duraderos. También que los bienes públicos provocan más decepción.

No habitus de clase: provoca un turboconsumidor: que no tienen inhibición de clase. Se pasa de para que nos vea el otro a para uno mismo.

Estandarización Vs fe en la diversidad. Lipo plantea que hay una individuación de los gustos y eso es positivo porque hay mucha más oferta.

La mundialización y la salud también crean inseguridad.

Ejemplos:

Los jóvenes inmigrantes están superintegrados: no tienen alma de inmigrantes, comparten los sueños.

En la vida privada, el amor es importante por la necesidad narcisista (sentirnos personas únicas). Pero si la felicidad es f(otros) es una felicidad frágil. En el amor ya no se busca la novedad sino complicidad, proyecto compartidos, entendimiento (jo=?).

El frenesí comprador está relacionado con los valores hedonistas, el incremento del malestar, la solidad, fracasos personales.

La Tv decepciona habitualmente pero no dejamos de mirarla.

Consagración y desencanto democráticos: La política también decepciona:

Se ha pasado del voto obligatorio al voto a la carta (ahora sí, ahora no, ahora a este ahora a aquel). Se ha desenstitucionalizado, hay una identidad más reflexiva.

Causas:

No hay sistemas portadores de esperanza colectiva (si no se llega ni a contruir Europa…)

Descreencia utópica: desajuste entre DDHH y realidad.

Poder pública poco margen de maniobra.

Tv da un lenguaje aséptico no electrizante ni entusiasta y simplificador.

Inquietud por la precariedad del futuro.

El ideal último, el motor psicológico es la plenitud personal (ya que la cosa pública no motiva aunque las demandas a la política no han desaparecido). Para conseguir dicha plenitud personal cada cual debe inventar su vida, construir su identidad personal y social.

En los 60 los situacionistas criticaban los MCM ya que producían una comunicación sin respuesta que llevaba al aislamientos. Vs. Lipo expone que hoy hay más asociaciones y voluntariado que nunca por la búsqueda de lazos interhumanos selectivos, variados y renovados. No vivimos la decadencia de la moral, sino una pluralización de las éticas, acorde con sociedades secularizadas democráticas e individualistas.

Características:

La democracia se quiere pero sobretodo cuando está en peligro.

Desde el exterior parecemos niños mimados pero desde dentro, la vida parece cada vez más difícil, caótica, estresante.

La duración en las parejas no es un ideal en sí mismo. La duración expresa sobre todo el deseo de seguridad afectiva. Se plantea que lo desechable sustituye lo duradero y que todo debe distraer deprisa y sin esfuerzo. Vs. Lipo dice que tiene que haber otros guiones posibles (las críticas a la escuela[3] y a la televisión están vivas; los padres expresan su preocupación por las consecuencias de las horas que pasan los hijos delante de la pantalla. Estamos igualmente en un punto en que se ha erosionado la fe en la educación permisiva. Se cuelga un blog cada segundo. Aunque estos fenómenos sean inseparables de cierto narcisismo y de una expresividad a veces confusa, expresa el deseo de ser menos pasivos, cierta necesidad de comprender y una curiosidad aguzada. Se puede creer razonablemente que esta dinámica crecerá en el futuro).

Melman plantea el regreso del autoritarismo y el fascismo voluntario (como forma de salir al relativismo). Vs Lipo expone que hay protestas ante cualquier que inflinge la libertad individual. No se buscará el autoritarismo sino soluciones psicológicas o químicas (medicinas) y no políticas.

Se busca integración comunitaria; por eso se desarrollan las minorías peligrosas (por la fragilización psicológica).

Hemos pasado de un estado totalitario a un estado superprotectora y la escalada de la decepción está llevando a la tiranía de minorías activistas.

Razones de otros guiones posibles:

El boom de internet y la importancia de las ciencias como elemento de cuestionamiento. Además, las humanidades deben ser referentes de sentido y marcos de inteligibilidad. Es la nueva era de las humanidades y las ciencias.

La esperanza recuperada.

La familia se ha convertido en un lugar privado de felicidad ya que no es alienable ni represiva; contrasta con la desconfianza (en la empresa, política, medios de comunicación…). Aunque hay que tener presente que hay una individuación de estilos.

Incrementan los animales domésticos porque no decepcionan nunca.

Nos hemos convertido en una sociedad lúdico-hedonista que legitima las formas de placer.

Individualismo no implica indiferencia a los problemas de los otros; no es incompatible con la responsabilidad y imperativos éticos.

Cuando se da la decepción: Cuesta reconocer la decepción y la insatisfacción ya que representa un fracaso personal y se prefiere dar envidia que recibir compasión.

Se puede dar pero sobre un fondo de actividad generalizada y de expresión personal en todos los sentidos.

El incremento de la sensibilización crítica o desconfianza: no es debida a los activistas antipublicidad. Más bien es debido al low cost y porque la disidencia se incorpora porque es ejemplo del principio de lo nuevo.

El altermundismo hace visible las injusticias pero no propone un modelo alternativo.

Medidas protectores Vs crecimiento económico. Lipo plantea que Asia de ha desarrollado gracias a las exportaciones. Y esto es totalmente contrario a una sociedad totalitaria (que siempre evita la entrada de los nuevo).

La tasa Tobin no va a impedir los éxodos masivos de capitales.

La mundialización ha permitido la reducción de la pobreza y ha permitido la alfabetización de ciertas sociedades.

La tecnociencia es más subversiva que la política y la cultura. Es el motor de la revolución permanente.

La sociedad individualista de la oferta: por un lado nos pierde y por el otro nos salva (presenta más oportunidades, permite redinamizarnos y dedicarnos a nuevos objetivos).

Si hay una reducción del consumo no será por principios morales sino por la competencia de otras pasiones[4]. Hay que buscar y encontrar objetivos que motiven, dar marcos y puntos de referencia, horizontes vitales.



[1] Marcuse en los años 60 apuntaba que el consumo integraba a la clase obrera creando humanos unidimensionales que no se oponían al capitalismo. Durkheim planteaba la enfermedad del infinito.

[2] Bbl: decepción en función de los diferentes tipos de bienes de consumo. Hirchman Vs lipovetsky.

[3] Uno de los grandes desafíos del siglo XXI será inventar nuevos sistemas de formación intelectual, una escuela posdisciplinal, pero también poshedonista.

[4] El principal objetivo que debemos fijarnos es ofrecer metas a los individuos, fines capaces de motivarles fuera de la esfera del consumo.

Encontrar el sentido de su vida al margen de la adquisición de bienes incesantemente renovados.

El consumo aplasta las demás potencialidades o demás dimensiones de la vida propiamente humana y el hombre no es sólo un ser comprador, también es un hombre que piensa, crea, lucha y construye.

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De su libro LA SOCIEDAD DE LA DECEPCIÓN, entrevista con Bertrand Richard. 2008. Ed. Anagrama.

¿Hay que quemar los medios de comunicación? G. Lipovetsky

Hay que quemar a los medios?

Desde hace años hay críticas contra los medios: escuela de Frankfurt, situacionistas…

Masificación y individualización:

Los gestos más cotidianos se han ido homogenizando. En este proceso los medios no tienen más importancia que la escuela ya que los gustos se determinan por culturas de clase y señas distintivas aunque cada vez estamos más liberados, desinstitucionalizados y opcionales.

Si que han acelerado la caída de formas de sociabilidad tradicional (barrio, calle café…).

Intenta individualizar las costumbres.

Permiten la comparación y la posibilidad de replantearse sus opciones.

¿Y la cultura? Los medios distan de cumplir promesas de plena democratización de la cultura. Los best Sellers de filosofía y humanidades lo son gracias a unos centenares de venta (igual que al final del siglo XIX).

El retorno a la filosofía se da para buscar recetas para un mayor bienestar subjetivo.

Incrementan los saberes operacionales. Es función de nuestra civilización tecnocientífica, funcionalista, consumista y individualista; la responsabilidad de los medios es poca.

Destilan inseguiridad aunque hay que tener ojo ya que no consigue modificar los accidentes de tráfico (por tanto no son tan influyentes).

Medios e individualismo paradójico.

El consumo televisivo es más por costumbre que por una elección individual.

El problema actual no es la manipulación o adoctrinamiento sino las prácticas adictivas (zapping ya que con el no se puede dar adoctrinamiento).

De la sociabilidad en tiempo mediático.

Disolución de ciertas formas Vs no aniquilación de vínculos sociales (se habla de los programas, incrementa el número de conciertos, espectáculos en vivo, exposiciones… y las multitudes emocionales.

Las relaciones virtuales no amenazan las personales sinó que las complementan o ampían.

Los medios son catalizadores de concentraciones efervescentes. Estas ya no son función de ritos, costumbres, normas heredadas…

Vuelven próximo lo que resulta lejano.

Pueden suscitar, por reacción, la necesidad de reunirse, de vibrar en común.

Su poder emocional es profundo y superficial; favorecen gustos y reacciones pero no las rigen.

Liberalismo mediático y democrático.

Se ha acrecentado la personalidad de los líderes (y bajado la de los partidos). Igualmente se da una adhesión más fluctuante (antes el voto a un partido se relacionaba con la identidad de clase).

Recibimos informaciones homogéneas (poco partidismo).

No se cree en proyectos colectivos; en esto también han favorecido el escepticismo causa por los escándalos y la imagen de todos son corruptos.

Hay solidez de las democracias (no hay ningún partido que defienda otro sistema) y moderación.

Popper veía en la televisión un peligro tremendo: “ha alcanzado en nuestros días un poder colosal; incluso cabe decir que, potencialmente, se trata del más importante de todos, como si hubiera sustituido a la voz de Dios”. Pero no es verdad que tenga un poder sin límites y se sea capaz de difundir el gusto por el crimen (a pesar de todos los que se pueden ver a lo largo de un día).

A pesar de esto hay que tener presente que hoy tiene un papel crucial en la socialización de los jóvenes; es su fuente esencial.

De todas formas la pantalla no carga por sí sola con el malestar en la socialización. Otras instancias sociales, familiares y escolares están directamente implicadas. Por eso hay que esperar que el proceso a la TV lleve a otras críticas.

Por eso unas medidas limitadas al mero ámbito de la televisión no tardarán en poner de manifiesto sus límites.

Reducir las imágenes violentas en televisión está bien, pero, francamente, resulta algo insuficiente como ambición humana y democrática.

Debemos armar mejor a los jóvenes; nada es tan urgente como reflexionar sobre nuestros sistemas educativos.

¿Muerte de la moral? Qué ética aplicar a nuestros días. G. Lipovetsky

Muerte de la moral o resurrección de los valores: ¿qué ética aplicar en nuestros días?

Hay dos opiniones: que hay una caída de la moral o que cada vez hay más interrogantes éticos y la ética abarca más campos (economía, negocios…). Una cosa común es que ya no se hace un llamamiento a los individuos para que hagan donaciones; hay una nueva inscripción social de los valores (cada uno decide los suyos libremente).

Las 3 fases de la moral occidental: 1. Teológica: basada en mandamientos divinos 2. Fase laica moralista: llega hasta mediados del s.XX; se basa en principios racionales, universales, eternos (como la tolerancia, la libertad religiosa…)[1] 3. Fase Posmoralista: no está dominada por imperativos del deber difícil y sacrificial (exalta deseos del ego, felicidad, bienestar individual…).[2]

Esta tercera no culpabiliza sino que anima por entusiasmos repentinos, operaciones mediáticas… Es una moral sin obligación ni sanción (Jean Marie Guyau) y por tanto sin el imperativo de vivir para el otro; es indolora.

Esto provoca que a quienes admiramos moralmente (Teresa de Calcuta, Gandhi…) ya no son ejemplos reales de actuación o comportamiento.

Esta falta de moralismo provoca que cada uno deba inventar su moral decidiendo sobre muchos más temas (aborto, eutanasia, matrimonios homosexuales, pena de muerte…).

Los factores que pueden provocar esta tercera fase son: el medio ambiente que amenaza la vida y el agotamiento de los grandes proyectos políticos.

Relativismo y liberalismo moral: A lo anterior aporta 3 observaciones. 1.Esto permite una imagen más compleja del individualismo (no es verdad que exista un declive de todos los valores) 2. La idea del mal no se ha evaporado (hay y debe haber un tronco de valores mínimos como la tolerancia, respeto mutuo, cortesía, espíritu de cooperación 3. No es verdad que haya desenfreno y anarquía sexual.

Los dos individualismos: 1. Individualismo irresponsable: cada uno a la suya, relativiza todo 2. Individualismo responsable.

Un objetivo interesante, cada uno desde su posición, es conseguir que triunfe el individualismo responsable. Para esto la ética no es suficiente. Debe haber la aplicación de una inteligencia técnica, política y económica. Se debe promocionar la ética de la responsabilidad: análisis de las consecuencias objetivas de las opciones que tomamos y que apuntan a condiciones sociales concretas y no absolutas (no caer en vaguedades y generalidades que no ayudan al compromiso concreto y real).

En este sentido habría que conseguir no ya el bien, sino lo mejor, único objetivo que los individuos que viven en sociedad pueden razonablemente fijarse.

Algunos ejemplos serína: la regulación del mercado y la globalización. Redefinición de la acción pública (que se debe encarnar en leyes concretas).



[1] La 1 i la 2 son morales sacrificiales colectivas. La 3 no.

[2] Hay una paradoja: incrementan los deseos de autonomía individual y el impulso de acciones morales generosas.

divendres, 11 de juliol del 2008

Diàleg entre cultures: Sami Naïr

Diálogo de culturas: S.XIX: temática dominant: configuración de los estados-naciones y de la lucha entre naciones y entre pueblos. S.XX:una guerra civil europea (el auge de los social) [=dimensión social + nacional]. Hoy: imperialismo nacional cultura? El choque de civilizaciones de S.Huntington fue difundiada a escala planetaria por la industria cultural norteamericana (y luego ayudó el 11S). Fundamentalismo culturalista de S.H: Plantea que a largo plazo el peligro fundamental es asiático y a corto plazo es islámico. Además: la civilización norteamericana, cusyos fundamentos estriban en el protestantismo disidente, en adelante estará amenazada por el catolicismo dogmático de los hispanos emigrantes. Postura defensiva: no hay contradicciones entre culturas y no exite un universalismo abstracto en nombre del cual poder imponer una visión determinada. El defecto escondido es que se basa en el mismo punto de partida: el culturalismo (paradigma para determinar y explicar las relaciones internacionales entre los pueblos y dentro de cada sociedad, en oposición, a la tradición que define estas relaciones a partir del paradigma de los intereses económicos y sociales. Son las categorías de pertenencia originarias, culturales y mentales, las identidades sustanciales las que determinan prosaicamente las mentalidades y las que definen los vínculos entre pueblos y grupos sociales. La versión más radical la de SH (los conflictos no vendran entre clases sociales sino entre pueblos que pertenecen a entidades culturales diferentes) Otra visión: paradigma socio-histórico: son los intereses concretos y estratégicos, económico-sociales, los que explican la realidad histórica (este pensamiento dominó el pensamiento occidental has los años setenta).

Para Fair el factor cultural es un elemento dentro de la totalidad histórica.

¿Qué hacer frente al culturalismo? Lo universal es lo consensuado y esto implica que no es un asunto en sí, una verdad absoluta, sino algo que depende del acuerdo histórico,m social y cultural que podamos conseguir por la vida colectiva. Para poder juzgar las culturas hay que entrar en su interior y luego poder hablar francamente de los que divide, opone y produce conflicto. El diálogo para la modernidad: El objetivo del diálogo ha de ser alcanzar un núcleo de valores comunes ya que no hay otra solución para los pueblos sino convivir.

Comentarios: Hay confusiones y manipulaciones de una élites que utilizan las temáticas identitarias particularistas para ocultar los intereses univesales. El liberalismo: Positivo: libertad polítca, pluralismo partidario, dialogismo cultural; Negativo: competencia salvaje entre todos.

Paises islámicos: La reforma del mundo musulmán a finales del siglo XIX y al incio del siglo XX estuvo determinado por el encuentro conflictivo con los imperialismos europeos; había que criticar radicalmente la degeneración dogmática del Islma que impedía oponerse a la colonización. De ahí nace el salafismo o movimiento de la reforma religiosa; Objetivo: crear las condiciones intelectuales para reinstaurar el imperio musulmán y no conquistar el poder dentro de las naciones. Paralelamente auge del wahabismo (concepción tremendamente rigorista de la religión). Tb otra competencia: el nacionalismo árabe, protolaico y antimiperialista, anticolonialista y protosocialista (aunque anticomunista). [Los EEUU aproyaban a los integristas en contra de los nacionalistas árabes, protolaicos y antiimperialistas]. El Islam asiático siempre ha estado más politizado aunque siempre renegó de la nación y del estado-nación moderno, prefiriendo la unión panislámica de todos los musulmanes. A la sombra del Corán es una reflexión sobre el papel identitario de la religión frente al nacionalismo laico y al reformismo religioso y que provoca que de las capas medias (bloqueadas en su proceso de ascenso social)y bajas salgan batallones del radicalismo salafista legitimados por el fracaso social de los procesos de moderniazión económicos, ausencia de democracia y formación de poderes nacionales autoritarios, fracaso frente a Israel y EUA, desaparición del antagonismo Este/oeste y pérdida del aliado ruso, crisis profundas de las ideologías y en especial del socialismo y en general como respuesta a la sangrienta represión que los nacionalistas les impusieron durante más de 30ª. Ahora propone un panislamismo[Moderna tendencia de los pueblos musulmanes a lograr, mediante la unión de todos ellos, su independencia política, religiosa y cultural respecto de las demás naciones.] radical cuyo núcleo estriba en la politización total de la religión. El paradigma es la revolución iraní (demostró la posibilidad de derrotar al imperialismo y sus servidores locales a partir de la utilización de la fe como ideología de movilización política),

Tendrá que afrontar la cuestión de su propia democratización, pues sindemocracia nunca Edmundo árabe podrá desarrollarse.

El peligro del Islam ha reemplazado, en la retórica imperial, el peligro del comunismo.

(al final del libro van saliendo referencias bibliográticas para entender dicha problemática, evolución y propuestas).

dimarts, 8 de juliol del 2008